Director del CESC analiza evolución del crimen organizado en Chile en conferencia académica en El Salvador

Invitado por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) y con el patrocinio de la Embajada de Chile en El Salvador, el director del Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana (CESC), Claudio González, abordó en una conferencia la transformación institucional que enfrenta Chile ante el crimen organizado, sus causas estructurales y la urgencia de un enfoque transdisciplinario para abordar el fenómeno.

El director del Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana (CESC) y académico de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, Claudio González, realizó la conferencia “Evolución del crimen organizado en Chile. Un análisis desde la Criminología” en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) de El Salvador. 

La instancia internacional fue organizada por la Maestría en Criminología y Políticas de Prevención de la UCA, en colaboración con la Embajada de Chile en El Salvador y la asistencia del Cónsul chileno Alejandro Soto. En ella se abordaron los desafíos que enfrentan Chile y América Latina frente al crimen organizado, así como las políticas públicas necesarias para su prevención desde una óptica criminológica.

Durante su exposición, el académico explicó que el país ha debido adaptar aceleradamente su institucionalidad frente al fenómeno del crimen organizado. El surgimiento de nuevos delitos complejos ha exigido una transformación estructural profunda, cuya efectividad y fundamentos criminológicos aún están en debate.

“En un corto periodo, Chile se ha visto obligado a actualizar gran parte de su arquitectura institucional”, señaló González. Entre los ejemplos mencionó la política contra el crimen organizado de 2022 y la reciente aprobación de una fiscalía especializada. No obstante, advirtió que esta adecuación podría tardar una década en consolidarse, dado que instituciones como las policías, la Fiscalía y el Ejecutivo no estaban preparadas para enfrentar este fenómeno.

Esta conferencia en El Salvador adquiere una dimensión significativa dada la complejidad del escenario en el país, donde el crimen organizado ha sido enfrentado con políticas de seguridad excepcionales y un enfoque de control punitivo que ha captado la atención internacional. En ese marco, la participación de expertos UCHILE permite contrastar enfoques y generar un diálogo técnico y académico que aporte al análisis comparado de las respuestas institucionales en América Latina.

Por otra parte, el académico destacó que la expansión del crimen organizado responde a un escenario multifactorial de transformaciones sociales y crisis simultáneas. En este contexto, destacó el aprovechamiento que ciertas organizaciones criminales han hecho de los procesos migratorios ocurridos desde 2018, particularmente en delitos como la trata de personas con fines de explotación sexual, laboral y criminal.

A este proceso de insuficiencia institucional se sumaron el estallido social de 2019, la pandemia de COVID-19, la pérdida de legitimidad de instituciones clave, dos crisis constitucionales y una intensa cobertura mediática que habría contribuido a la securitización del debate público, especialmente respecto de la migración y la criminalidad.

Frente a este escenario emergente, González valoró que el Estado chileno haya comenzado a discutir respuestas institucionales, como la creación de una policía fronteriza o la instalación de tribunales especializados en crimen organizado, similares a los que existen en otros países de la región.

También se han conformado unidades especializadas en el Ministerio Público y en las policías, además de nuevas estrategias para el análisis de homicidios, entendidos no sólo como violencia interpersonal, sino también como expresión de redes criminales complejas.

Análisis criminológico

Desde una mirada criminológica, el académico advirtió sobre la complejidad conceptual del crimen organizado, aludiendo a que se trata de un término controvertido, que incluso algunos autores proponen abandonar por su carácter “elástico”. También subrayó las dificultades para medir el fenómeno debido a la llamada “cifra oscura” de la criminalidad y a la “paradoja chilena”: un alto temor al delito, pese a niveles relativamente bajos de criminalidad en comparación con otros países de la región.

Frente a este panorama, remarcó la necesidad de una perspectiva transdisciplinaria que articule saberes provenientes de diversas disciplinas para abordar el fenómeno, evitando visiones reduccionistas, alarmistas o negacionistas.

“Se puede observar el crimen organizado desde varias perspectivas. La criminología busca las causas; el derecho penal discute problemas jurídicos; la geopolítica y la ciencia política lo vinculan con la gobernanza; y la política económica introduce el concepto de mercados ilegales”, agregó el director del CESC.

La participación del CESC de la Universidad de Chile en espacios internacionales de diálogo y análisis fortalece su rol como centro técnico y referente en la producción de conocimiento aplicado en seguridad ciudadana, justicia y políticas públicas. Este trabajo se alínea en el compromiso de la Casa de Bello con el desarrollo de políticas públicas basadas en evidencia, en diálogo con actores locales y regionales.

 

Eric Monrroy, CESC