A partir de los resultados de la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC) de este 2024, investigadores del Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana (CESC) subrayaron la importancia de contar con herramientas estadísticas confiables para orientar el diseño de políticas públicas en seguridad. Entre los datos que registró la medición, se consignó que la percepción de inseguridad se mantuvo en un 87,7%, sin variaciones respecto a su homóloga del año 2023.

El Ministerio de Seguridad Pública y el Instituto Nacional de Estadísticas presentaron la edición 2024 de la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC). En este marco, investigadores del Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana (CESC) de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, compartieron una serie de análisis en torno a las cifras que arrojó esta medición.
En esta versión de la encuesta, se introdujo la primera comparación interanual de delitos violentos, incorporando una nueva serie de indicadores comparables desde la actualización del formulario en 2023. Además, se consignó que la percepción de inseguridad se mantuvo en un 87,7% de acuerdo a los encuestados, sin variaciones respecto a su homóloga del 2023.
Desde esta premisa, el director del CESC, Claudio González, reafirmó la necesidad de examinar los datos del instrumento desde una perspectiva técnica, orientada hacia la generación de políticas públicas que permitan reducir las brechas entre inseguridad percibida y las cifras efectivas de criminalidad.
“Cualquier problema en torno a la criminalidad hay que verlo en plazos largos, porque sino se pierde la perspectiva. Es importante acudir a la historia respecto al tema, que dicta, por ejemplo, la estabilización en los índices de homicidio en Chile desde la década de los 40 hasta hoy. Lo complejo es cuando las instituciones empiezan a operar desde lo reactivo, con políticas públicas defectuosas en relación a lo que expresa la ENUSC”, desarrolló el académico de la Facultad de Gobierno.
Reforzar el análisis técnico
Cabe recordar que la ENUSC es la fuente oficial del Estado en Chile sobre información relativa a victimización y percepción de inseguridad. Este instrumento, que se realiza desde el año 2003, tiene como objetivo recopilar datos relevantes para el diseño e implementación de políticas públicas en materia de seguridad ciudadana.
Por otra parte, se registró que a nivel país un 55% de los hogares victimizados no presentaron una denuncia formal. Sobre casos como el de la Región Metropolitana (RM), donde esta cifra casi iguala el promedio nacional, el Gobierno de Santiago encabeza el Programa de Fortalecimiento de la Denuncia, un proyecto ejecutado por el CESC que busca aumentar la tasa de denuncias en la RM.
Las categorías relativas al temor, como la “expectativa de ser víctima” y el rol de los medios de comunicación en la percepción de inseguridad, motivaron la reflexión que proporcionó la investigadora del CESC, Alejandra Mohor.
“Es importante evitar la lectura aislada de los indicadores. Para entender estos datos se requiere articular dimensiones como el nivel socioeconómico, la exposición cotidiana al riesgo y la forma en que se accede a información sobre seguridad (…) Este aumento en la expectativa de ser víctima no debe interpretarse como una señal inequívoca de que hay más delitos, sino como una manifestación de cómo las personas perciben su nivel de exposición al riesgo en función de sus condiciones materiales y experiencias cotidianas”, sostuvo la investigadora.
En esta línea, otro de los datos que arrojó ENUSC fue que la percepción de riesgo aumentó: 57% de las personas encuestadas cree que será víctima de un delito en los próximos doce meses, frente al 52,9% del año anterior. Asimismo, se registraron brechas transversales según sexo, edad y nivel socioeconómico, donde las mujeres presentan una mayor percepción de riesgo frente a los hombres, así como el incremento de los sectores altos en la expectativa de ser víctima (60,1%) en contraste con los sectores bajos (54,9%).
Desde el CESC enfatizaron que interpretar los resultados de la ENUSC requiere una mirada integral, que reconozca tanto las condiciones objetivas de seguridad como los factores sociales y culturales que modelan la percepción del delito. El desafío, coinciden los especialistas, no está solo en enfrentar los hechos delictuales, sino también en diseñar políticas públicas que aborden el impacto subjetivo de la inseguridad y reduzcan la distancia entre los datos y el sentir ciudadano.
Eric Monrroy, CESC