Esta publicación es el resultado de un
estudio cuantitativo (exploratorio descriptivo)
realizado sobre la base de las estadísticas
nacionales de Gendarmería de Chile respecto
de las reclusas.
Las temáticas analizadas cobran relevancia
al evidenciar que durante los últimos años,
el sostenido aumento que ha experimentado la inmigración
hacia nuestro país, principalmente fronteriza,
se ha transformado en un fenómeno que ha
tenido un fuerte impacto en la sociedad. Esta
situación ha provocado perplejidad en un
país acostumbrado a producir inmigrantes
más que a recibirlos y en donde, por esto
mismo, no existe una tradición disciplinaria
dedicada al estudio sistemático y continuo
de éste fenómeno. En efecto, el
estudio de la migración en Chile ha sido
"escaso e insuficiente" y en el caso
de las mujeres migrantes, más bien reciente.
El tráfico de drogas, por su parte, está
influyendo en la creación de una nueva
geografía de la migración internacional,
ya que los traficantes van influyendo cada vez
más en las elecciones de los migrantes
en cuanto a los países de destino y las
rutas tomadas.
En término de los resultados de la investigación,
el perfil de las reclusas extranjeras corresponde,
mayoritariamente, a mujeres de entre 18 y 30 años
de edad, que son madres de entre uno y tres hijos,
condenadas por tráfico de drogas. Dicho
perfil se corresponde con el de las mujeres chilenas
recluidas en los recintos penitenciarios.
Se trataría de mujeres extranjeras que
viviendo en sus países de origen viajaban
a Chile sólo a causa de la comisión
de ese delito ("burreras"). Podemos
hablar, entonces, de 'delincuencia femenina transnacional'
y no de un tipo de 'delincuencia femenina migracional'.
Para avanzar más en el estudio de ambos
fenómenos identificados, sería preciso
realizar nuevas investigaciones.
Finalmente, se sostiene que la creciente feminización
del fenómeno migratorio junto a la mayor
estabilidad tanto política y económica
de nuestro país, unida a la mayor apertura
comercial de Chile, significará un aumento
del número de mujeres inmigrantes. Este
fenómeno, sumado al aumento del crimen
organizado y la transnacionalización de
la delincuencia, hace plausible pensar que en
el futuro, el número de mujeres, tanto
migrantes como extranjeras, recluidas en Chile
será cada vez mayor.
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